Jalón estudio ingeniería aeronáutica y no solo terminó la lienciatura, sino que se doctoró con una tesis en la que investigó, desde el punto de vista técnico, 24 accidentes de aviación.
Antes de doctorarse, este zaragozano de adopción realizó prácticas en la construcción y mantenimiento de aviones en Finlandia, Francia y Estados Unidos. Precisamente fue durante su estancia en EE. UU. donde se le ocurrió la idea de desarrollar la fregona, su invento más célebre y popular, tras observar cómo se limpiaban los aviones a reacción: un trapo sujeto al extremo de un palo largo.
Manuel Jalón convirtió a Zaragoza en el ‘kilómetro cero’ de la fregona cuando fundó en la capital aragonesa la compaía Rodex, que distribuiría este invento esencial para la limpieza doméstica a todas las partes del mundo.
Zaragoza le devolvió el favor nombrándole en 1992 hijo adoptivo de la ciudad. El apego que siempre tuvo Manuel Jalón a la tierra aragonesa quedó demostrado también en los años 70, cuando adquirió el castillo de Trasmoz y creó una fundación para su conservación que consiguió la restauración de una de la Torre del Homenaje del Castillo.
Su interés por la localidad de Trasmoz le llevó a publicar en el año 2004 un libro sobre ella, ‘Leyenda negra de Trasmoz’. En 2010, publicó su segundo y último libro ‘Manual para la otra vida’.
La jeringuilla desechable, otro de sus inventos
Manuel Jalón, quien también fue oficial del Ejército del Aire en la base aérea de Zaragoza, no dejó de crear durante toda su vida y otro de sus inventos imprescindibles es la jeringuilla desechable de plástico, un material con el que experimentó durante muchos años y con el que creó otros utensilios.
Via: Heraldo de Aragón
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