lunes, 19 de octubre de 2009

El paso del tiempo

Hoy me ha llegado un mail de Celia, que sigue de viaje por el mundo. Hoy en Camboya, mañana no lo se, pero en unos dias Kenia y no se que mas... (eran tres paises y se me han olvidado, tanzania?).
El caso es que ha motivado una reflexion sobre lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos. Como el paso de tiempo nos cambia a todos, y lo que ayer nos unia hoy nos hace diferentes. Como nuestros caminos se separan. Hace unos años todos eramos alumnos del mismo colegio. Despues todos eramos estudiantes pero de diferentes carreras. Ahora unos trabajan, otros seguimos estudiando. Unos tienen pareja otros la buscan desesperadamente, algunos se casaron. Alguno (aun) vivien con sus padres, otros se fueron de casa y otros nos fuimos lejos, unos mas lejos que otros...
Cuantas diferencias... Ya no somos los que eramos pero lo importante es que esas diferencias nos unen aun de vez en cuando, que podemos aprender de la vida de cada uno. No es como lo que vives en tu propia carne pero, ya pase el mir dos veces, he organizado un par de bodas y todos sabeis un poco de tener un hijo...
Me siento feliz de saber que estais ahi, aunque no esteis justo aqui...
Estais lejos pero, solo a un mail de distancia aunque a veces esto parece infranqueable!

Os dejo las letras de una cancion de Ismael serrano que esta un poco en la misma onda de pensamiento....
AHORA
Ahora que la adolescencia es un septiembre lejano,
humo de cerveza en un portal, un verano inacabado.
Algunos años en la facultad de ciencias,
papeles escritos, ron de Cuba, hojas de hierba,
un tren dormido en una vía muerta,
la luz de la ventana azul que siempre estaba abierta.

Ahora que quedan tan lejos las playas de Corfú,
las estaciones de trenes de Praga, Hamburgo o Estambul,
los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos,
la luz de una cafetería, los amores conversos.

Ahora que te cansas y las piscinas cierran,
y apura el último baño la luz de las estrellas.
Ahora que regreso a los lugares a donde quise huir
y nadie me espera allí.
Ahora que casi llego a fin de mes,
que amo a una mujer.

Que amo a una mujer.

Ahora que pago las facturas, que me besé en La Habana,
que sueño con Lacandona, que ya no escribo cartas,
que cumplimos más añós que promesas,
que se hunden nuestros corazones como la vieja Venecia,
que llego tarde a los cines y al fin del planeta,
que alquilo un pequeño piso en un castillo de arena.

Ahora que duelen las resacas y cortan como una navaja.
Ahora que nadie nos saluda por los bares de Malasaña,
que pido auxilio, besos y comida por teléfono,
que fumo flores y lloro a veces mientras duermo.
Ahora que tiemblo como un niño abandonado.
Ahora que viejos amigos nos han traicionado.

Ahora es el momento de volver a empezar, que empiece el carnaval,
la orgía en el Palacio de Invierno, de banderas y besos.
Se cayeron mis alas y yo no me rendí,
así que ven aquí,
brindemos que hoy es siempre todavía,
que nunca me gustaron las despedidas

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